miércoles, 4 de diciembre de 2013

Jormungand: Perfect Order





Introducción

Aquí estamos. Ha sido un camino que, si bien no ha sido duro, si que ha requerido una constancia que pensaba que nunca llegaría. Dejad que me ponga a recordar los comienzos de TTOF. Creo que este fue el primer proyecto que abandonó la pila de proyectos potenciales para pasar a ser una realidad. No fue un camino de rosas, ni mucho menos, pero ha conseguido llegar a convertirse en un blog activo pese a los titubeantes comienzos que tuvimos. Fue concebido como un blog de opinión que iba a ser llevado por dos personas: John Smith y yo. Pronto tuvimos que afrontar la realidad de lo complicado que iba a ser sacar tiempo y ganas para llevar a cabo algunos de nuestros proyectos. Prueba de ello fueron los meses que tardamos en escribir desde la creación del blog hasta su primer artículo en agosto de 2011, en el que hicimos una presentación de lo que iba a ser el blog.

Hola. ¿Montamos un blog?
(Dramatización)
En esa misma reunión fuimos fraguando lo que sería la base de nuestro primer artículo de contenido, que se nos fue dos semanas en el tiempo y terminó viendo la luz en septiembre del mismo año. No obstante, la falta de tiempo, los trabajos, los gustos divergentes en cierta medida (como es normal que pase, no hay dos personas con los mismos gustos exactos) hicieron que la cosa se espaciara en el tiempo. Cerraríamos el año de 2011 con un artículo en octubre avisando de que no estábamos muertos, que estábamos de parranda, pero... ¿en serio no estábamos muertos? A juzgar por la actividad del 2012, lo cierto es que hubo un parón bastante grande, ya que aún dudábamos si emplear el blog a nivel individual y dejar los artículos conjuntos para cuando se pudiera o si ceñirnos a la actividad conjunta. Intentamos mantener las entradas conjuntas, pero pronto tuvimos que rendirnos a la evidencia de que las cosas así no iban a funcionar. Eso me llevó a preparar el primer artículo en solitario de TTOF: el análisis de Mahou Shoujo Madoka Magica.

Curiosamente, ese artículo, la vuelta de la actividad al blog con nuevo contenido en junio de 2012, hizo que volviera cierta inspiración que pudo ser combinada con tiempo para llevarla a cabo. Así pasamos de más de medio año de inactividad a cerrar el mes con dos artículos en apenas cuatro días. Además era la segunda entrega de la serie que creímos iba a ser nuestro principal activo: la enciclopedia de cracks. Así mismo, con el análisis del anime de Madoka Magica, John Smith se animó y decidió emprender su camino en solitario de manera análoga pero en el mundo del manga. Por mi parte, intenté seguir la senda que había abierto, pero pronto comprobé que sería complicado dotar de un contenido medianamente estable al blog sólo con aquello. Así, a finales de julio de 2012 nacería la sección de comentarios de manga semanal, que cuenta hasta ahora con 66 entradas y que sólo ha parado en los parones de las revistas mangas de las que saca el material.

Menudo solar... (mirando a actividad
del blog a principios del 2012)
Al mismo tiempo, no quise abandonar por completo el tema de los análisis de manga, lo que me llevó a seguir publicando análisis de las series que iba viendo. La sección de análisis nació como algo que iba a publicarse simplemente cuando viera un anime, sin una periodicidad marcada, pero pronto vi que había ido siguiendo un patrón que dejaba un artículo de análisis cada tres comentarios de manga. Fue una casualidad, pero finalmente decidí utilizar esa feliz coincidencia para "obligarme" a mantener un ritmo más constante y no dejarme vencer por la pereza, ya que soy muy dado a ello. Con el paso del tiempo he ido acumulando análisis hasta llegar a este, que es el vigésimo tercero de la sección y que constituye el artículo número 100 en la historia de TTOF. Pensaba hacer alguna suerte de especial, pero como tampoco hay mucho que comentar al respecto de la historia del blog, preferí emplear la entrada para darla de contenido y plantear la historia del sitio en la introducción. Pero hasta aquí llega la charla nostálgica. Ahora dejaré paso al análisis de la segunda (y última) temporada de una serie que ya traje aquí en su momento: "Jormungand, Perfect Order"


Información

Como ya dije en su momento cuando hice el análisis de la primera temporada, Jormungand es un manga creado por Keitaro Takahashi que se publicó entre mayo del 2006 y enero de 2012 en la revista Monthly Sunday Gene-X de la editorial Shogakugan. Así pues, la serie se quedó a la puerta de los seis años de publicación y terminó su andadura con el tomo número once, que salió a la venta en abril de 2012. Ha tenido dos temporadas de anime de 12 episodios cada una que han cubierto la totalidad de la serie. La primera se emitió en la primavera de 2012, justo cuando se publicaba el último tomo (práctica muy recomendable diría yo) y la segunda en la temporada de otoño del mismo año y que es la que nos ocupa actualmente.

A mí me hace eso mi jefa y...
Para hilar un poco con la primera temporada, recordemos que la serie trata sobre la traficante de armas Koko Hekmatyar, una joven de ojos azules y pelo blanco que se encarga del mercado europeo y africano en nombre de la compañía HCLI, presidida por su propio padre, Floyd Hekmatyar. A su lado, y como no podía ser de otro modo teniendo un trabajo tan peligroso, viaja con un grupo de guardaespaldas reclutados de diversos cuerpos militares o policiales de todo el mundo. Especial atención le prestaremos a la última incorporación del equipo. Jonah, un niño al que la guerra se lo arrebató todo y que acabó convertido en un soldado de montaña junto a otros niños y al que sus vivencias le harán odiar con toda su fuerza a las armas, tanto a los que se lucran con ellas como a los que las empuñan pero que terminará acompañando a Koko Hekmatyar confiando en que conseguirá terminar con las guerras en el mundo.

En esta segunda temporada seguiremos con la misma fórmula que en la primera en cuanto a que no habrá una trama totalmente continuada, aunque habrá varios arcos que cubrirán varios episodios y veremos como empieza a verse lo que parece ser el plan de Koko para terminar con las guerras en el mundo, aunque al final sólo resulte ser una finta que no tiene nada que ver con el plan de verdad. Koko y sus hombres tendrán que enfrentarse a peligrosos enemigos, como la persecución de una agente de la CIA con un rencor personal hacia Koko Hekmatyar y cuyo patriotismo (sí, es estadounidense) le hace desobedecer incluso al que es su superior George Black, jefe de la CIA en territorio europeo. Veremos por primera vez como Koko pierde a uno de sus hombres en combate (aunque gracias a un flashback bastante irrelevante veremos que no ha sido el primero que da su vida para salvarla).

Fueron los del Call of Duty los que se copiaron, ¿vale?
Esto parece ser un acicate para Koko, que busca ir completando su plan con la ayuda de la doctora Amada Minami y un par más de eminencias que secuestrarán, incluyendo una incursión sorpresa en la mismísima base de Guantánamo, cerca de Cuba. Veremos como se profundiza un poco más en algunos de los personajes que faltaban por tener sus momentos de gloria como Lehm, del que veremos su pasado y la conexión que forjó con Wilee mientras estaban en los marines, los hilos que dejó pendientes Tojo cuando se marchó del SR japonés y también visitaremos un par más de parajes como Irak, Egipto e Indonesia. Sin embargo, pese a las vueltas que son irrelevantes para llevar a cabo su plan, Koko no ceja hasta llegar al punto en el que les comunica sus verdaderas intenciones a sus hombres. ¿Cuál es el plan de Koko? ¿La apoyarán todos sus hombres en su camino?


Opinión

La verdad es que la serie me ha parecido bastante entretenida, aunque no puedo evitar tener la sensación de que podría haberse aprovechado mucho más con el marco que se había creado en toda la serie. Realmente está bien que existan series cortas, pero no lo veo tan bien cuando las series son algo apresuradas. Hay miembros del equipo de Koko que pasan sin pena ni gloria, y los que sí que tienen gloria simplemente están allí. Apenas conocemos las historias que les motivaron para terminar cambiando el ejército o sus respectivas profesiones para convertirse en guardaespaldas de una traficante de armas.

Bailonga, tú eres mi niña bailonga~
Supongo que esta es la falta de profundidad que muchos han utilizado para marcar a esta serie y con la que estoy, parcialmente de acuerdo. En una serie tan corta, intentar presentar más de lo que sabemos de cada personaje habría terminado por causar un barullo innecesario porque tampoco daría tiempo a desarrollar mucho más, pero sin llegar a convertirla en un chicle sí que podría haber sido el autor algo más prolijo en detalles para darle una personalidad mayor a los personajes que han creado. Además, en esta saga veremos como los focos recaen sobre nuevas apariciones y George Black, dejando de lado a los traficantes del CCAT, a la señora Amalia Trohovski y, algo más inexplicablemente, a Scarecrow, que ni llega a interactuar con Koko y los demás.

Así mismo, en esta temporada no me ha gustado demasiado el hecho de que haya habido tantas historias pequeñas paralelas que no tenían nada que ver con el plan de Koko y la doctora Minami. Bien es cierto que el plan es algo que Koko llevará a cabo de forma personal, haciendo que la empresa de su padre, el HCLI, no se entere de nada de lo que hacen, por lo que es normal que la historia principal que nos interesa se vea interrumpida por las escenas en las que too estará diseñado para utilizar a los personajes que más discretos resultaron en la primera temporada, pero a veces hay demasiados saltos a momentos en los que Koko y Minami conversarán sobre sus intereses comunes. Al menos veremos voces discrepantes en su equipo respecto a algunas cosas que a ojos de un espectador resultan cosas obvias, aunque no esperaba que vinieran de ese personaje precisamente.

Lehm de... ¿joven?
Quizá el punto más interesante de esta temporada llega en el momento en el que Koko le comenta el plan que piensa llevar a cabo a sus hombres y provoca la huída de uno de sus miembros que servirá para justificar un salto temporal de dos años que avanza un poco el devenir del mundo en los años que técnicamente estamos viviendo nosotros ahora mismo. Con licencia para comentar hechos tan de moda (al menos en su momento y no hace tanto en el momento de redactar este artículo) como la figura de Julian Assange (fundador de Wikileaks, la web que publica varios documentos técnicamente confidenciales de distintos países y sus actos no muy ortodoxos, por decirlo de manera muy suave), la Primavera Árabe, los espionajes del NSA y las guerras inminentes por un recurso que hasta el momento no había sido demasiado considerado como importante: el agua. El clímax termina en un encuentro entre Koko y Kasper, su hermano, otro traficante de armas, donde veremos representados dos modos de ver el mundo bastante opuestos. ¿Qué visión del mundo se impondrá? Nunca lo sabremos... ¿o sí?



Conclusión

La serie es bastante entretenida, vuelvo y repito, aunque tiene cositas que hacen que la impresión general decaiga respecto a lo que podía haber sido.  Las escenas de acción y tiroteos están bastante bien, lo cual debería ser el mínimo exigido para la serie, que a fin de cuentas es lo que presenta como su mayor aval. Seguimos un poco con la misma pega que en la primera temporada, aunque lo cierto es que tenemos una baja en el equipo al poco de comenzar la temporada. Sin embargo, si analizamos las situaciones, uno deduce que las cosas no saldrían tan bien nunca, lo que confiere una habilidad cercana al superpoder por parte del equipo protagonista, aunque mucho menos descarado que en la primera temporada.

Wilee is on fire
También es cierto que esta vez veremos como los enemigos a los que se enfrentan suben la apuesta y la intervención de la CIA y del NSA directamente nos traerá a escuadrones de operaciones especiales que tienen que ser derrotados con artimañas de Koko y la ayuda de cierto aparatito de ciencia ficción que se nos presenta como factible; algo de lo que los mismos integrantes de la CIA se reirán en la serie cuando se plantea la posibilidad de que exista pero que veremos como termina por no serlo tanto (en el mundo de la serie, aclaro). Valiéndose de la ayuda puntual de determinados enemigos que parecen querer ver qué es lo que planea Koko, finalmente terminará ejecutando su plan con éxito, aunque queda por ver si las consecuencias son las esperadas por Koko.

Y es que esto es algo que puede considerarse como el mayor acierto o el mayor fallo de la serie, ya que finaliza (sí, no creo que haya margen para nada más y pone claramente que es un final, tanto del anime como del manga) sin llegar al final. Después de que Koko ejecute su plan y se lo comunique a Kasper in situ, ambos terminarán representando dos posiciones antagónicas sobre lo que esperan que suceda en el mundo. Y vaya por delante que creo que la posición de Koko en bastante ingenua, lo que me lleva a pensar que realmente fracasaría en su plan y se impondría la visión que representa Kasper. Aunque bueno, como el final es abierto, siempre deja espacio para que cada uno piense lo que quiera sobre cómo sería el futuro que nos presentan.

Lo mejor.- algunos temas de la banda sonora me ponen los pelos de punta. Pese a que no sabe demasiado de ellos, hay personajes que molan bastante, como Lehm y Lutz (sí, los dos francotiradores, son mi debilidad...). El final abierto, dejando que cada uno reflexione sobre la dicotomía que se plantea. El parón de dos años y el mundo proyectado por el autor en ese intervalo. Hay algo de fanservice, a mí nunca me sobra...

¡Hasta ellos nos felicitan por el artículo nº 100!

Lo peor.- Que la serie termine dando apenas unas pinceladas de los personajes, casi diría que incluidos algunos personajes protagonistas. Desde mi punto de vista, la ingenuidad de Koko y de su plan. Valmet, en esta saga sólo está para babear por Koko, perdiendo casi todo lo que se vio de ella en la primera temporada.

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