Introducción
¡Feliz año nuevo a todos! Sí, sé que llego con bastante
retraso en lo que felicitaciones por el año nuevo se refiere, pero más vale
fucker que nunca, ya sabéis. La cosa es que mis dos últimos artículos salieron
bastante juntos porque tampoco quise retrasar uno para intentar aparentar una
mayor actividad o, al menos, una mayor constancia. Como bien dije, ya he
desistido de imponerme plazos y, aunque por norma general me gusta intentar ser
constante en lo que hago, he dejado que las cosas fluyan a su ritmo natural sin
preocuparme excesivamente por dejar periodos de inactividad.
¿Quién haría un artículo sobre ese calvo? |
Releyendo el artículo de Tokyo Ghoul veo que dejé una puerta
abierta a que ni siquiera fuera ese el último artículo del año, y sin embargo
al final casi lo empalmo con el 2017 si me descuido… Lo cierto es que si bien
otras veces he dejado de ver anime simplemente porque me apetecía más dedicar
mi tiempo a otras cosas, esta vez lo que ocurrió es que vi que tenía bastantes
episodios acumulados de One Piece y decidí ponerme a verlos. Como de ese tipo
de series no hago artículos (quizá podría estar bien hacer artículos cuando
concluya una saga…), he estado bastante desaparecido en el periodo del cambio
de año.
Pero bueno, la verdad es que sí que me habría gustado venir
antes pero no he tenido ningún fin de semana tranquilo en el que me apeteciera
ver anime. En muchos de ellos no tuve tiempo de ponerme, y en los pocos en los
que sí que tuve tiempo, al final me paseaba por la carpeta donde tengo todo el
anime y no terminaba de notar ninguna serie que me llamase especialmente. Y
como bien sabréis, para ver una serie yo tengo que notar que es el momento
adecuado para verla, por lo que al final me ponía a hacer cualquier otra cosa.
Dale un respiro al chaval, super Tsundere-chan |
El caso es que ahora ha surgido otra actividad que se ha
sumado a la lista de cosas que me quita tiempo para ver anime, y es que además
de traducir (estoy llegando al final de la decimotercera novela de High School
DxD) y jugar (ya tengo un personaje decente en el Skyrim que puede luchar
contra Dragones sin excesivos problemas), ahora he empezado a subir videos en
youtube (juegos retro, en mi caso de Mega Drive), lo cual me lleva tiempo,
principalmente en grabación y renderizado, ya que de edición apenas hago dos
tonterías si me da mucho el punto. Pese a todas estas distracciones, lo cierto
es que esta serie la terminé en dos días y podría haberla visto perfectamente
del tirón, pero quise dejarla reposar un poco para saborearla como es debido. Y
para no liarme más con esta introducción, ¡vamos adelante con el comentario de
One Punch Man!
Información
One Punch Man nació en 2009 y
originalmente como un webcomic obra de un autor que utilizaba el pseudónimo “One”
para firmar su obra. La serie pronto gozó de una popularidad increíble en Japón,
lo que llevó a la editorial Shueisha a pensar en editar la serie bajo su sello.
Esto fue lo que nos condujo a su estreno en la Young Jump Web Comic a partir de
mediados de 2012, prosiguiendo su
publicación en la actualidad. En esta versión, el guion sigue corriendo a cargo
de “One”, pero el dibujo ha pasado a manos del ilustrador Yusuke Murata, entre
cuyas obras podemos destacar la serie de fútbol americano, Eyeshield 21. Su
éxito cristalizó con un anime de doce episodios que fue emitido entre octubre y
diciembre de 2015 y que corrió a cargo del estudio Madhouse.
Nuestro héroe, Saitama |
Centrándonos en lo que respecta a
la serie, puede catalogarse como un manga de acción o de superhéroes, pero
principalmente se trata de una parodia que busca siempre presentar el lado
cómico de las situaciones que nos muestra. La historia de One Punch Man nos
sitúa en la Tierra, pero en un mundo ficticio en el que principalmente conoceremos
unas grandes metrópolis con claras semejanzas a las grandes urbes del país
nipón y que son nombradas con simples letras, de la ‘A’ a la ‘Z’. No obstante,
aunque veamos un mundo contemporáneo y aparentemente normal, las ciudades son
sacudidas frecuentemente por las acciones de monstruos de todo tipo, que
ocasionan todo tipo de destrozos y calamidades a su paso.
Como respuesta ante la amenaza
que supone la existencia de todos estos monstruos, tendremos a nuestro
protagonista, un hombre de 25 años llamado Saitama que en su día decidió
entrenar hasta ser lo suficientemente fuerte como para hacer frente a todo este
tipo de amenazas, pero tomándoselo como si fuera un simple hobby. Después de tres
años de duro entrenamiento en el que perdió hasta el pelo, Saitama alcanzó un
nivel de fuerza tan grande que termina derrotando a todos los enemigos que se
cruzan en su camino de un simple puñetazo.
¿Será la nueva megaevolución de Heracross? |
En medio de todas estas
situaciones caóticas provocadas por monstruos de diverso origen (manipulación
genética, seres creados a partir de la contaminación, extraterrestres,
moradores del subsuelo o del mar…) que amenazan la subsistencia de la raza
humana, Saitama terminará conociendo a Genos, un ciborg que se convertirá en su
discípulo al reconocer este su tremenda fuerza. Sin embargo, pese a su tremendo
poder y a sus múltiples actuaciones para eliminar a las criaturas que amenazan,
Saitama no gozará del reconocimiento que merece ni siquiera tras ingresar en la
Asociación de Héroes, donde se lleva un registro y un ranking de todos los
héroes profesionales. Sin embargo, esto no mina ni un ápice la moral de
Saitama, que sigue buscando un rival contra el que poder luchar sin que su
abrumador poder sea un impedimento para disfrutar un buen combate. ¿Conseguirá
encontrar a un rival contra el que poder luchar en serio?
Opinión
Aunque no suelo ver series
relativamente recientes, lo cierto es que esta vez hice una excepción porque
tenía ganas de ver cómo sería la serie que ha levantado tanto revuelo en estos
últimos meses. Y lo cierto es que, al igual que me pasó con Tokyo Ghoul, no
entiendo cómo puede haber un hype tan enorme como es el que hay con esta serie,
pero no quiero que se me malinterprete. En general me ha parecido una serie
entretenida y muy llevadera que ha sabido buscar su hueco en medio del panorama
actual y limitarse a centrarse en lo que podía llevar a cabo, sin más.
He visto los capítulos casi sin
darme cuenta de que iba pasando el tiempo, lo cual siempre es algo positivo,
porque significa que lo que estás viendo te entretiene. Siempre me he dicho que
cuando miras el reloj del reproductor antes de llegar a la mitad del episodio
de la serie que sea, eso es que algo no va del todo bien. Con esta serie, no me
ha pasado en ningún momento y en cuanto acababa un episodio, empezaba
inmediatamente con el siguiente para ver qué iba a pasar a continuación. Esto,
en una serie en la que no hay una trama realmente de fondo, sino que, sobre
todo en su primera mitad, nos presenta poco menos que episodios auto-conclusivos,
es un logro que no puede ser tomado a la ligera.
En la segunda parte de la serie,
cuando Saitama y Genos se unen a la Asociación de Héroes y se convierten en
héroes profesionales, se deja entrever cierta trama en un segundo plano que
puede que termina entremezclándose con los acontecimientos que nos cuenta Genos
sobre cómo terminó convertido en un ciborg, que es lo único que tiene cierta
relevancia y misterio, ya que de Saitama apenas vemos un pequeño flashback del
momento en el que decide convertirse en un héroe. No obstante, es una baza que,
al menos por lo que hemos visto, parece quedarse en un segundo plano pero que
parece estar ahí para poder aparecer en cualquier momento dado.
Dime que tengo bien la junta de la trócola, por favor. |
En cuanto al desarrollo del
combate, lo cierto es que la serie no da para demasiado porque Saitama aparece
como el héroe definitivo e invencible. Esto nos es presentado sin fisuras de
ningún tipo, ya que a lo largo de los doce episodios no le veremos pasar apuros
en ningún momento. Por el contrario, Genos asumirá el papel de “héroe
vulnerable”, quizá más de lo que me gustaría. También esperaba una mayor
tranquilidad en cuanto al sistema de ascensos de la Asociación de Héroes que
hiciera que fuera más o menos interesante la cosa, pero no ha sido una baza que
parezcan haber querido explotar con la serie, en beneficio del ritmo y,
supongo, que para contrarrestar la ausencia de trama, como ya remarqué antes.
Habrá que ver si en futuras temporadas nos muestran el camino que han decidido
seguir con la serie para poder juzgar mejor.
Conclusión
Diría que One Punch Man es una
serie muy entretenida, si bien yo diría que ha sido más graciosilla que realmente
divertida. No recuerdo ningún momento de la serie en la que me haya reído bien,
y es que hay muchos gags trillados y predecibles. Hay historias que se ve por
donde van desde el primer momento, quitándole gracia a su desenlace; hay cosas
predecibles, como cuando Saitama pasa apuros en un combate y termina resultando
un sueño… No es su guerra, ni mucho menos, pero diría que es una serie bastante
inconsistente, sobre todo en sus primeros episodios.
Vaya mosquitos se gastan en este mundo... |
Pese a ello, no tengo reparos en
decir que ha sido una serie que he disfrutado y que no dudaría en recomendar a
quien quiera ver un anime en el que no le vayan a bombardear con una trama
espesa. Además, en la serie se nos presentan a bastantes personajes que es de
esperar que también vaya cobrando su importancia en la serie, traduciendo esto
como número de apariciones, al estilo de lo que hemos podido ver de ‘Sonic’ en
esta primera temporada. También habrá que ver qué van haciendo los héroes,
sobre todo los de clase ‘S’ y Amai Mask, primer clasificado de la clase ‘A’,
amén de alguna que otra sorpresilla que seguro que acaba saliendo a la luz.
Lo mejor.- El diseño de personajes me ha parecido bueno y variado
para contraponerlo al diseño llano de Saitama. Los episodios se terminaban sin
que te dieras cuenta de que había pasado el tiempo. La variedad y absurdez de
muchos de los enemigos. El sistema de clasificaciones, niveles, rankings… me
encantan esas cosas. La banda sonora y el opening, que lo vi en todos los
episodios. Mumen Rider FTW. Que haya héroes con unas actitudes un tanto
sospechosas.
Lo peor.- En muchos momentos
es predecible, lo que minimiza el impacto de lo que busca. La gente del mundo
que nos presentan es bastante idiota, aunque muy aproximada a lo que sería en
el mundo real, creo yo. Aunque sea la gracia de la serie, que Saitama sea tan
fuerte no ayuda a que los combates resulten interesantes.
A Mumen Rider le gustó el artículo |