Introducción
Si
bien es cierto que lo primero que tenía decidido a mi vuelta a la actividad
bloggera era tomarme las cosas con calma y no imponerme plazos, la verdad es
que se me ha ido un poco el tiempo a la hora de escribir este artículo. Y es
que realmente terminé de ver la serie que vamos a comentar a continuación hace
un par de semanas mínimo, pero entre unas cosas y otras, al final estoy
escribiendo el artículo ahora, más de un mes después del último artículo.
He pensado en escribir un artículo de Haikyuu |
La
verdad es que nunca me planifico lo que hago, pero al principio lo tenía todo
controlado. Vi la serie bastante rápido porque me ha parecido entretenida (sí,
podríamos considerar esto un pequeño spoiler, pero pocas series de las que he
traído al blog no me han gustado, por no decir ninguna) y tenía la intención de
escribir el artículo en caliente, como hice en mis primeros artículos. Sin embargo,
me faltaba por descargar una OVA que sacaron más tarde y al final terminé
dejándolo “para mañana”. Al final no saqué tiempo para ver la OVA hasta más
adelante, e igualmente he tardado más tiempo en sacar, más voluntad que tiempo,
para sentarme a redactar.
Realmente
ha sido más una decisión de en qué emplear el tiempo de ocio más que un
problema en puridad de tiempo por temas de estos que no te queda más remedio
que afrontar. He estado bastante concentrado últimamente en el mundo de los
videojuegos, tanto jugando en solitario al maldito Assassin’s Creed Unity, que
por cierto aún no he conseguido terminar aunque ya le quede poco, y en
cooperativo con los amigos al “Warhammer: End Times – Vermintide”, al que con
la tontería le hemos dado bastante estos últimos días. Y eso por no hablar de
que llevo un par de semanas grabando videos de juegos retro para el canal de
youtube de Filibusteros del Gaming, que al final siempre tardo mucho en
prepararlos por el desconocimiento que tengo sobre la matería.
Eso dijiste la semana pasada, y la anterior, y... |
Precisamente
esta semana pasada he dejado un poco de lado lo de jugar con los amigos pero su
lugar lo ha ocupado una afición que había abandonado hace mucho: la lectura.
Recuerdo que cuando era más joven me impuse el hábito de no jugar a
videoconsolas ni encender el pc después de la cena, por lo que lo que solía
hacer era leer en la cama. Pero luego llegaron internet, las consolas
portátiles, los móviles con jueguecitos y la lectura quedó completamente
marginada en mi lista de actividades a realizar. Ahora he aprovechado que tenía
ganas de algo de terror, seguro que es culpa de Dross, para comprar el libro de
“El Resplador” de Stephen King y ver si vuelvo a recuperar un poco las buenas
costumbres. Aunque espero seguir sacando tiempo de vez en cuando para dejarme
caer por este rincón olvidado y traeros algún articulito como el que os dejo
aquí a continuación.
Información
Haikyuu
es un manga creado por Haruichi Furudate que lleva publicándose desde febrero
del 2012 en la potente revista Weekly Shounen Jump de la editorial Shueisha,
conocida por el hecho de haber publicado las que desde occidente se perciben
como las grandes series del género (Dragon Ball, One Piece o Naruto, por poner
unos ejemplos reconocibles). Actualmente, Haikyuu cuenta con 18 tomos
publicados y una temporada de anime de 25 episodios de duración que se emitió
de abril a septiembre de 2014. Actualmente, en octubre de 2015, comenzó la
emisión de una segunda temporada de anime que continuará contándonos la
historia de nuestros protagonistas.
¡En cuanto deje de teclear le caneamos! |
Por
lo que respecta a su argumento, Haikyuu es un manga de deportes, en concreto de
voleibol, que nos cuenta la historia del equipo del instituto Karasuno a
través, principalmente, desde el punto de vista de un enérgico y apasionado
estudiante de primer año llamado Hinata Shouyou. Este comenzó a aficionarse al
voleibol después de ver un partido por la televisión del Karasuno, en el que
por aquel entonces jugaba un rematador bastante bajito al que apodaban “El
pequeño gigante”. Pese a sus intentos por formar un equipo durante su estancia
en primaria, sólo puede jugar un partido oficial tras convencer a varios amigos
para que jugasen a su lado, ya que pierden y son eliminados por un potente
equipo en el que destaca principalmente su colocador, Kageyama Tobio.
Pese
a tener que afrontar una primera toma de contacto tan dolorosa, Hinata no se da
por vencido e ingresa en el instituto Karasuno con la idea de formar parte del
equipo de voleibol, aunque este ya no sea tan potente como lo fue un tiempo
atrás, y vengarse de la derrota que sufrió en lo que fue su único partido de
verdad. Sin embargo, pronto descubrirá que aquel al que considera su rival,
Kageyama, también ha terminado ingresando en el mismo instituto que él tras no
ser aceptado en otros institutos mejores debido a algunos problemas con su
comportamiento egoísta en la cancha y que le valieron el despectivo mote de “El
Rey de la Pista”.
¡No... puedes... pasaaaaaar! |
Pese
a los problemas iniciales entre ambos estudiantes de primer año, sobre todo por
las carencias de base que tiene Hinata a la hora de jugar, finalmente consiguen
ser aceptados en el equipo y pronto comenzarán a entenderse a la perfección, al
menos en la pista, y ayudarán al resto de miembros de su equipo a comenzar a
vislumbrar la esperanza de recobrar la fama y el respeto del que gozó el
Karasuno tiempo atrás. ¿Será capaz Hinata de sacar partido a su instinto para
compensar su baja estatura y convertirse en un rematador estrella? ¿Podrá
Kageyama acostumbrarse a jugar con su nuevo equipo sin caer en los errores del
pasado y dejar atrás su mote? ¿Volverá a alzarse el Karasuno como uno de los
mejores equipos de instituto de todo Japón?
Opinión
La
serie cumple con casi todos los puntos que uno espera encontrarse a la hora de
ver un anime de deportes. En este caso tenemos ciertos hechos sobre los que
podemos establecer paralelismos con otras series: tenemos un protagonista que
ama el deporte al que juega pese a que por sus cualidades físicas no parece
serle muy propicio y no posea una gran base sobre el mismo; tiene un compañero
que es todo lo opuesto a él (aunque en este caso terminen en el mismo equipo en
vez de ser rivales como es habitual), llega a un equipo desestructurado en el
que hay miembros que irán apareciendo según avanza la trama…
Primero recibimos... |
La
verdad es que el único punto novedoso que encuentro a priori y que puede ser
destacable en sí mismo es el hecho de que sea una serie de voleibol. Las únicas
que recuerdo haber visto son bastante antiguas: Attacker you! (Dos fuera de
serie) y Attack No. 1 (La panda de Julia). Por lo demás, es una serie clásica
del género de corte moderno, con una mayor tendencia a las situaciones cómicas
que a las dramáticas que podíamos ver en Captain Tsubasa (Campeones: Oliver y
Benji), lo cual es de agradecer. De hecho, diría que es de las series deportivas
con las que más me he reído junto con Eyeshield 21 y dejando atrás Kuroko no
Basket.
La
serie transcurre muy amena, lo cual permite llevar un buen ritmo y poder
aguantar sin problemas series largas de 6-7 episodios seguidos siempre que se
tenga tiempo. Diría que quizá el punto más flojo de la serie es el comienzo, en
el que vemos un poco del origen de las historias de los que serán los actores
principales en la serie, Hinata y Kageyama, y lo diferentes que son sus
trasfondos, aptitudes y manera de entender el voleibol. Como es igualmente
habitual en este tipo de series, terminamos manejando una lista de personajes
bastante alta, aunque siempre tienden a desarrollar a unos más que a otros.
... luego colocamos y al remate |
Quizá
el hecho de que salgan muchos personajes sea uno de los rasgos que más me
gustan en este tipo de series. Al ofrecer tanta variedad siempre permiten que
cada espectador busque uno con el perfil con el que pueda sentirse más
identificado. Obviamente, como ya dije, siempre se nota quienes están en un
primer plano y quienes están más en las sombras, pero en general todos tienen
su aquel y sus momentos de gloria, en la cancha o fuera de ella. A mí en lo
particular, pese a que abuse demasiado del cliché de “malote de barrio”, me reí
bastante con lo fucker que puede ser Tanaka o lo pro que puede ser Nishinoya.
Aunque lo cierto es que eché en falta que se desarrollasen más otros
personajes, como el del capitán Sawamura Daichi.¿Quizá lo dejaron para la
segunda temporada?
Conclusión
Como
conclusión, la serie me ha gustado bastante, como ya he ido diciendo a lo largo
de todo el artículo, ya que he encontrado personajes interesantes con los que,
en cierta medida, tiendes a empatizar. Como ya comentaba también, me habría
gustado que hubiesen desarrollado más a los personajes que aparecen, pero
también comprendo que es imposible si pretende mantenerse el ritmo narrativo.
Pienso que el capitán está muy poco desarrollado y tiene poca trascendencia en
la pista, ya que su papel principal como receptor queda eclipsado en cierta
medida en cuanto aparece Nishinoya, que es el especialista defensivo del
equipo. Igualmente pasa con Asashi, del que nos dan unas pinceladas al
principio, y de Tsukishima, que hasta el final de la serie no abandona su papel
marginal con algún contrapunto cómico hacia Kageyama.
¡Ya casi hemos acabado! |
Por
otro lado, la serie tiene unos rivales que parecen interesantes, aunque me da
la sensación de que algunos pintaban como grandes enemigos y realmente no
terminan siéndolo tanto y otros que parecían más normalitos parece que serán
los que realmente serán la piedra que se interpondrá en el camino del Karasuno.
Sólo me quedaría saber si esto es fruto de la improvisación o una decisión que
han tomado para no marcar de antemano a los grandes rivales, como si ocurre en
otras series como Kuroko no Basket, donde los grandes objetivos se saben desde
el primer momento de la serie. Desde luego que sea cual sea la respuesta,
estaré esperando a que termine la segunda temporada para verla y comprobar por
mí mismo si han conseguido progresar en su juego y mejorar como equipo, cosa
que comenzaba a apreciarse al final de la primera temporada.
Lo mejor.- La gama de personajes. Es una
serie divertida pese a tener momentos tensos. Los partidos se hacen amenos
porque no se alargan de manera innecesaria. Tanaka cuando hace el canelo con
Nishinoya. Tanaka cuando pone el modo macarra. Las reacciones de Kageyama
cuando le pican Hinata o Tsukishima. Los openings y endings.
Lo peor.- La banda sonora a veces me
parecía estar al nivel de la de “Project K”, que es de las mejores que he
escuchado nunca, y a veces ni me acordaba de que estaba ahí. Muchos personajes
necesitan un desarrollo mayor. No es lo típico, pero me gustaría ver un poco
más de su vida de instituto fuera del voleibol.
Al final nos han dado las tantas... |