miércoles, 24 de julio de 2013

Magi




Introducción

Bueno, pues después de tener que afrontar algunos problemas técnicos, sobre los que no incidiré más por haber sido objeto de sus /cry correspondientes en otros artículos del blog, al fin vuelven los análisis a TTOF. Al menos me quedará el consuelo de que llegué a cumplir el año siguiendo el ritmo de publicación, ya que el primero que hice (de Mahou Shoujo Madoka Magica, qué tiempos…) fue a finales de junio y además hice un extra de navidad, así que no está mal un mini-descanso forzado tampoco, ¿no?

¡Tranquilos peña, que ya estoy aquí!
En fin, sea como fuere, el caso es que aquí estamos, de nuevo con las pilas cargadas. Encima venimos con otra serie de las que yo denomino “largas”. Sí, sé que sólo son veinticinco episodios y que realmente no es tanto, pero cuando te pasas tanto tiempo encerrado en una oficina (trabajes o no, en mi caso más bien esto último por lo que se ve), sacar el tiempo para hacer todo lo que quieres hacer acaba siendo duro. Sobre todo porque al principio de la semana puedes hacerte una planificación muy detallada de cómo tienes que distribuirte el tiempo entre los diversos hobbies, pero a la hora de la verdad lo cierto es que no querrás leer manga en el tiempo que pensabas leer manga, no querrás jugar a la consola cuando habías planeado jugar ni querrás ver anime en los momentos que pensabas verlo.

O eso al menos es lo que supongo que harán las personas normales, porque yo, sabedor de que esto es lo que acaba pasando, directamente ni me hago horarios ni planificaciones ni nada. Lo mío es ir tirando como buenamente se puede y rezar para llegar a tiempo. Lo malo que tiene hacer esto es que se tiende a apurar los plazos, y eso hace que el margen para afrontar contingencias sea entre escaso e inexistente, pero más se perdió en Cuba, digo yo... Desde luego, lo que era de admirar es que hasta el momento no hubiera pasado nada.

He tardado en publicar porque estaba liado con unos
asuntillos que no admitían demora... 
En cuanto a la serie en si, lo cierto es que llevaba tiempo pensando en verla y además con previsiones de ver el manga también. Aparte de que tenía buena pinta, aunque la ambientación en sí no es que me llamase sobremanera la atención, lo cierto es que también es de las que me han dado bastante matraca para que viera. Empecé a verla en su día del difunto Inshuheki, que dejó la serie a medias, y con previsión de ver el final de Backbeard (suerte de que ambos fansub decidieran muchas veces hacer las mismas series~), aunque, después de los problemas con el disco duro, terminé viendo más episodios de lo esperado de la versión de BB, aunque como dije tampoco era un problema (en su día elegí IS porque parecían ir más rápido con el currele y al ver el deceso, rellené). Y bueno, si bien el manga aún no lo he empezado, de momento dejaremos aquí el análisis del anime de Magi, que promete seguir sacando capítulos en un futuro, esperemos, no demasiado lejano.


Información

Esta vez nos alejaremos de las novelas, ya que “Magi: The Labyrinth of Magic” es un manga creado por Shinobu Ohtaka que lleva publicándose desde el verano del 2009 en la revista Weekly Shounen Sunday, perteneciente a la editorial Kodansha. Hasta el momento se han recopilado diecisiete tomos, aunque como la serie sigue activa es de esperar que sigan publicándose más tomos según vaya habiendo material suficiente. Asímismo, el estudio A1 (célebre por haber sido nombrado en no sé cuantos análisis ya) fue el encargado de producir una primera temporada de anime que, con sus veinticinco episodios, cubre el inicio del manga. Además, la popularidad de uno de sus personajes ha acabado por originar un spin off llamado “Las aventuras de Sinbad”, estrenado en la misma revista que su serie origen desde abril de este año (2013) aunque pasará a publicarse en la Ura Sunday a partir de septiembre.

Esto es un caso claro de acoso sexual Djinn.
Magi nos situará en un mundo con una ambientación basada principalmente en el mundo árabe y en la leyenda de las mil y una noches, habiendo numerosos personajes cuyo origen bebe directamente de esa recopilación de cuentos y que, además, mantienen una personalidad bastante acorde con sus alter ego de las leyendas. Aprovechando el marco de la obra, que evocará un siempre místico oriente próximo, se presentarán elementos de magia, como el rukh, una especie de corriente mágica que puede ser luminosa u oscura, y diversos seres de fantasía, como los Djinn, conocidos como genios en occidente aunque sea una definición un tanto vaga. La historia empezará presentándonos a Alddin, un niño que utilizará el deseo que le ofrece el Djinn que parecía custodiarle en una especie de dimensión paralela, para pedirle que sea su amigo y que le acompañe en un viaje por el mundo con el fin de comprender cuál es su verdadera identidad.

En su camino conocerá a Alibaba, un joven bastante despierto que trata de sobrevivir como puede en medio de una sociedad en la que la diferencia de clases y el dinero lo es todo, y a Morgiana, una joven esclava que sirve al señor de la ciudad en la que se encuentran. En un pequeño altercado, Aladdin utilizará una flauta que lleva colgada al cuello en la que reside Ugo, lo cual sorprende mucho a Alibaba. Aprovechando el poder de su  nuevo amigo, Alibaba intentará utilizarle para que le ayude a completar la mazmorra que hay en la ciudad, un lugar en el que se pondrán a prueba a todos aquellos que intenten superarla pero que se dice esconden grandes tesoros.

Judar, el enemigo público número uno.
Aunque en un principio tienen que posponer sus planes para evitar problemas con la justicia por las deudas de Alibaba, finalmente conseguirán superar la mazmorra de Amon. Para sorpresa de Alibaba, además de los tesoros que encerraba la mazmorra, se encontrará con el Djinn Amon, que controla el fuego. En la mazmorra enseguida comprobaremos que Alibaba es más que un simple  habitual de los barrios bajos y que Aladdin es un Magi, uno de los grandes magos que se dice que crearon el mundo y que debe elegir a un candidato a rey para que lidere un nuevo mundo, aunque aún dejarán interrogantes que deberán resolver. Finalmente, Aladdin, Alibaba y Morgiana consiguieron salir victoriosos, aunque esta sólo será la primera de las múltiples aventuras que vivirán juntos. Pronto comprobarán la existencia de oscuras amenazas por parte de Judar, un magi que ha caído en la depravación, y la organización Al-thamen, que busca evitar el renacimiento del espíritu de Salomón para que la oscuridad reine el mundo; aunque también contarán con la ayuda del Rey Sinbad y otros que velan por impedir que esta organización alcance su objetivo.


Opinión

Como ya dije un poco más arriba, lo cierto es que la temática árabe no es algo que me motive en demasía, pero al final me decanté por verla y tengo que decir que me ha gustado bastante lo que he visto, aunque apenas son unas pequeñas pinceladas de lo que hay por ver (o eso es lo que intuyo), ya que esta primera entrega del anime deja más interrogantes casi de los que resuelve.  Para definirla a grandes rasgos, podría decir que es un shounen típico, al que esperemos que no quieran exprimir demasiado y sepan cerrar las cosas a su debido tiempo, que es algo que temo en todo shounen actual por paralelismos evidentes. Lo que si me sorprendió es que aborde abiertamente temas como la prostitución, el esclavismo o la desesperación de las clases bajas en la sociedad de la época, así como la crueldad de la muerte en las batallas, con bastante sangre y demás.
Los comienzos fueron un poco... complicados...
La serie comienza con una de cal y una de arena, aunque tiene cierta justificación como comprobaremos después, pero lo cierto es que tras una primera saga cortita (la de la mazmorra de Amon) y la separación del que será el grupo de protagonistas, estos reaparecerán dispersos por el mundo y tardarán bastante en volver a encontrarse. En ese lapso de tiempo veremos pequeñas aventuras de Aladdin y Morgiana en diversas tierras hasta que sus caminos terminen juntándose y, posteriormente, llevándoles a cruzarse con Alibaba. Como digo, tiene cierta justificación, ya que aprovecharán esa circunstancia para mostrar un poco más del universo de la serie y que tendrá bastante relevancia poco más tarde. Así, se presentarán otros reinos, como el Imperio Kou, que buscan expandirse por la fuerza sobre las naciones vecinas y veremos aparecer a personajes como Hakuei Ren, princesa de dicho Imperio pero que parece no apoyar las prácticas beligerantes de su nación de origen. Así mismo, Aladdin conocerá más sobre quién es realmente y cuál es su papel en el mundo.

Posteriormente veremos dos grandes sagas que cubrirán el resto de episodios y cuya calidad eleva bastante el listón en comparación a la historia que narra el camino que recorren hasta volver a juntarse los tres. Quizá la saga de Balbadd se me hizo un poco más larga por la cantidad de idas y venidas que hay, pero en ella se presentarán importantes personajes y se verá por fin revelada la presencia de un magi que ha caído en la oscuridad y que busca erradicar la luz del mundo. Este no es otro que Judar, que se revelará como Sacerdote del Imperio Kou, artífice de su belicismo al haber ayudado a muchos de los príncipes y princesas del mismo a superar mazmorras, y al que más tarde se identificará como miembro de Al-Thamen; y por otro lado su antítesis, el sabio y justo Rey Sinbad, capturador de siete mazmorras y cuyo poder le permitió forjar su propio Reino: Sindria.

A Sin no se le jode. No le jodas nunca...
El caso es que el diseño de personajes está bastante bien, al menos por lo que respecta a los personajes relevantes. Hay veces que salen enemigos que asumes que no van a durar demasiado simplemente por el diseño tan poco favorecedor que tienen, muy diferente de los que podríamos denominar “enemigos con glamour”, como Judar. En el bando de los buenos, además de los protagonistas, hay muchos personajes con un diseño atrayente. En mi caso, me gusta Sharkkan, un espadachín miembro de los ocho generales de Sindria (al que dobla el mismo actor de voz que a Shikamaru, de Naruto) que adiestra a Alibaba en el uso de la espada; Masrur, un miembro de la tribu de los Fanalis, al igual que Morgiana, que destaca por una fuerza y velocidad sobrehumanas; o Jaffar, que en apariencia luce siempre calmado y dispuesto a controlar los excesos del aficionado al alcohol y a las mujeres que tiene por Rey, pero que realmente oculta la personalidad de un asesino implacable. En resumen, se nota que es una serie con unos personajes preparados para crear un fandom alrededor de ellos bastante importante.


Conclusión

Mi conclusión no puede ser otra que la siguiente: ¡quiero más! Vaya por delante que al no seguir el manga no tengo ni idea de por donde vendrán los tiros en la serie, pero lo cierto es que salvo que sea una serie con una curva decreciente (como Bleach y similares) la cosa promete. Han partido de una base del medio oriente y la han combinado con la magia y el misticismo propios de su cultura y además han creado un mundo complejo en el que veremos representadas otras culturas, como la oriental (en el Imperio Kou) y, en menor medida, europea (en el personaje de Isaac, por ejemplo, aunque no sé si profundizarán más o habrá algún Reino basado en esta cultura).

Los ocho generales de Sindria dispuestos a actuar.
Además, como ya dije, los personajes han sido cuidadosamente diseñados para crear una corriente de fans que quieran saber más y más de sus personajes favoritos, existiendo variedad además para cubrir un amplio espectro y, como no podía ser de otra manera, del que no soy ajeno. Es más, ver el anime ha sido el empujoncito que necesitaba para vencer esa vagancia que me caracteriza y empezar a leer el manga, cosa que pienso hacer en breves. Además, como shounen que es y lo bien que luce al verlo animado, espero que no remoloneen mucho y que pronto nos traigan más episodios de la serie, que debería haber margen suficiente. Desde luego, una serie que recomendaría a todos aquellos que buscasen un shounen.

Lo mejor.- el diseño de personajes en general, especialmente Sinbad y Sharrkan. La base de la serie en sí, con la aparición de mazmorras en las que se esconden diferentes Djinn con diferentes poderes me gusta, puede dar mucho juego si la trama no se desvía mucho. Los momentos cómicos, que hay y no pocos, aunque la serie también sea cruda cuando es necesario.

Lo peor.- Hay momentos en los que la serie parecía no tener enemigos ni objetivo. La separación de los personajes me parece un poco sacada de la manga, aunque se aproveche en cierta manera.

Ea ea... Seguro que dentro de nada tenemos
un artículo nuevo... *pat pat*

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