jueves, 20 de junio de 2013

Tonari no Kaibutsu-kun



Introducción

Lunes, 23:38. En ese momento me di cuenta. ¡Esta semana tocaba artículo con un análisis y aún no había empezado a ver la serie en cuestión! Como avancé en el último comentario de manga semanal, la cosa se ponía fea. Además, en el curro las cosas parecían estar tranquilas, ya que en un alarde de rareza, todos los compañeros nos habíamos puesto de acuerdo. Bueno, realmente igual es que cuando quieren tocarte los cojones de una forma tan descarada e impune, lo normal es que a la gente se le inflen las pelotas al unísono, que la cosa está mal, pero eso no justifica que nos comamos cualquier mierda.

Tuve ganas de hacerlo en la última reunión del curro...
Pero bueno, eso es otra historia, que me vierto. Finalmente parecía que mi trabajo iba a durar un poco más, quizá sólo lo justo para obligarme a incumplir mi promedio por primera vez desde que empecé a publicar en Tengen Toppa Otaku Fuckers con una periodicidad medianamente aceptable. Sin embargo, no le resultaría tan fácil derrotarme a aquel imperio del mal. Lucharía. Lucharía por llegar a tiempo, aunque tuviera que ver anime con el infame sol, y más en estas fechas, aún brillando en el cielo. Jamás me rendiría sin intentarlo. Me sentía preparado para luchar contra mi destino y mis ganas de vaguear y croquetear como si no hubiera un mañana, mis manías de no ver anime de día (que además, mostraron ser totalmente justificadas en forma de interrupciones constantes para temas variopintos),…

Y ahí fue cuando llegó el momento de tomar la decisión. Obviamente, la serie de 25 episodios que quería que ocupase el comentario de esta semana quedó descartada antes de ser considerada. La situación no lo permitía. Entre carpetas y carpetas con gigas y gigas de animes sin terminar de bajar por defunción de fansub, dropeo y demás zarandajas, quedaron dos candidatos. Sus méritos eran indudables: eran las dos series completas más cortas que tenía. Sin embargo, apenas recordaba el argumento de ninguna de las dos. En ese momentos es en los que piensas que lo barato puede salir caro, y la diferencia son 3 capítulos arriba/abajo.

Así he salido yo hoy del trabajo xD
Esa decisión es la que podía decidir mi fracaso o mi victoria, y si bien, obviamente, no sé qué me habría parecido la otra serie, que ya veré en algún otro momento de necesidad apremiante (?), lo cierto es que esta vez fue oro todo lo que pareció, y un criterio tan banal como el número de episodios no guardaba ninguna desagradable sorpresa. La serie era de Backbeard, mi único fansub referencia tras la pérdida de Inshuheki, así que la cosa pintaba bien en principio. Creo que si tengo que pensar en una serie de estas que necesitas ver en, a lo sumo, dos tirones rápidos, no podría haber hecho una elección mucho mejor. Corta, fresca, divertida, momentos serios también y fuckers. Y aquí, después de que hoy me comunicasen que pierdo mi jornada intensiva de seis horas y media en el curro en el epílogo de sus infructuosos esfuerzos por torpedearme, vamos a descubrirlos: os dejo con el análisis de Tonari no Kaibutsu-kun.


Información

Esta vez cambiaremos la tónica habitual en la sección y no hablaremos de una serie basada en una serie de novelas, pero no os acostumbréis, que seguro que acabarán volviendo. Tonari no Kaibutsu-kun, que en una traducción un poco adaptada significaría “Mi pequeño monstruo”, es una comedia romántica de 13 episodios realizado por el estudio Brain’s Base (Baccano, Durarara!!) que cubre parte de los hasta ahora 11 tomos de manga recopilados de la serie creada por Robico. El manga se publica mensualmente en la revista Dessert de Kodansha desde que comenzara su andadura en verano de 2008. Además, hay una ova proyectada para este próximo mes de agosto. ¿Un shoujo? Si, un shoujo.

¿Quieres pelea?
La serie nos contará la complicada relación que mantienen dos estudiantes de primer año de instituto, Mizutani Shisuku y Yoshida Haru. Todo comenzará de una forma bastante accidentada e inocente, y es que una profesora le pide a Mizutani que vaya a llevarle unos apuntes a Yoshida, que fue expulsado al poco de entrar en el instituto por darle una paliza a tres chicos de un curso superior que estaban abusando de uno de los novatos. El tiempo de expulsión ya había concluido, pero parece que a raíz de dicho suceso no quiere volver a acudir al instituto, al que guarda un profundo rencor desde aquello.

Así, Mizutani acudirá a su casa a entregarle los apuntes, pero este huirá saltando por la ventana en cuanto se entere de que viene de parte del instituto. Desconcertada, dejará los apuntes allí y se irá A su salida, alguien la sujeta fuertemente y la conduce a un lugar tranquilo. Ha sido el propio Yoshida, que quiere averiguar si es una espía del instituto. Cuando comprueba que no lo es, sonreirá feliz pensando que Mizutani es ahora amiga suya. A partir de ese momento, siempre intentará estar cerca de ella (siempre fuera del instituto)  lo cual parece ser una molestia para ella, ya que es alguien que se centra exclusivamente en sus estudios y que muestra pocas emociones humanas.

Y un día, de repente... las cosas se lían.
Sin embargo, al ver como una panda de macarras se aprovecha del buen corazón de Haru, acabará plantándoles cara visiblemente molesta por lo que hacen. Haru, que ha escuchado como los que pensaba que eran sus únicos amigos se reían de él y como Mizutani le ha defendido, intervendrá para alejar al grupo de gamberros. Mientras acompaña a Mizutani a su casa, le acabará confesando de repente que está enamorado de ella. Ese hecho supone el momento en el que Haru decide volver al instituto, para hacer amigos y que así Mizutani se tome en serio su declaración, además de para pasar más tiempo con ella. Y ahí es donde comenzará la historia de estos dos y de otros que se irán añadiendo al grupo con el paso de los episodios.


Opinión

La serie ha sido, como ya he dicho, bastante satisfactoria. No soy un experto, pero diría que como en todo shoujo, la historia en sí pasa a un segundo plano como globalidad y toda la carga recae siempre sobre los personajes en sí. Obviamente el tiempo avanza (no mucho, pero avanza) y pasan cosas, pero el marco en sí suele ser intrascendente o secundario en el mejor de los casos y son los personajes los que mueven todo. Me lo he pasado muy bien con determinados momentos de la serie y la verdad es que he notado como había momentos que me hacían reflexionar de manera más o menos seria. Es un contraste que siempre me ha encantado encontrar en las series que he visto.

¿Que si intento seducirte? ¿Yo?
Cuando en un principio presentan a los personajes, parece otro caso de “La Bella y la Bestia”, aunque Mizutani no destaca precisamente por ser la típica belleza, sino por ser una chica fría y centrada exclusivamente en sus estudios. Cuando llega el momento en el que te enteras de que la persona con la que está enfadada Mizutani por haber superado sus notas de acceso al instituto es el propio Haru, ves que las cosas no van a ser lo que parecen. Poco a poco irán añadiendo más personajes para ir conformando el típico grupo de protagonistas que permitan que las situaciones se vayan haciendo más dinámicas y que pueda haber una gama más variada de acciones. Tendremos a la típica chica guapa que es más tonta que ocho, Natsume; al típico chico que parece pasar desapercibido dentro del grupo pero que siempre colabora en sus actos, Sasahara. Volverá el grupo de macarras buscando la paz con Haru y enredándose con el resto de personajes…

Pensando en los pocos episodios que tiene la serie, la verdad es que uno no puede quejarse de personajes. Hay variedad, cada uno en su escala de importancia y, aunque sean un poco encasillados en los tópicos, no deja de ser una serie divertida. Todo girará en torno a la pareja protagonista, que parece que no acabará de entenderse como es debido gracias a los difíciles caracteres que tienen ambos. En medio de eso, surgirán los enredos, bien de otros personajes hacia ellos o bien entre personajes de un nivel más secundario, pero siempre sin llegar a culminar. No obstante, y pese a no acabar de culminar la relación entre Mizutani y Haru, ambos no tendrán ojos para nadie más, lo cual siempre me ha gustado para evitar el modo telenovela, como por ejemplo tenemos en “La Familia Crece

Esto se llama tensión sexual no resuelta.
Además, me gusta que se indague un poco en el pasado de los protagonistas, ya que así es más sencillo comprender lo difícil y raro de sus personalidades. Quizá me habría gustado conocer más de la de Haru y de su relación con su padre y su hermano, a los que parece odiar, pero supongo que cada cosa llegará a su debido tiempo. Y es que la serie no acaba en sí, así que confío en que cuando haya suficiente material sigan con otra temporada más en la que prosigamos con la historia, tanto con las principales como con las que se vislumbran entre los secundarios, que también me llaman la atención.


Conclusión

Volvemos a la típica serie que no es la leche pero que se deja bien muy bien. Sin duda la recomendaría para alguien que buscase una serie amena y cortita del género. Las idas de olla, de Haru y Natsume principalmente, siempre acaban siendo divertidas, sobre todo cuando acaban arrastrando al resto a situaciones tan extrañas como una fiesta sorpresa que no viene a cuento, la construcción de un gallinero para Nagoya, un gallo que se encontró Haru y que tiene en el instituto y tantas otras...

Emborracharse con un zumo de plátano es duro...
La carga cómica recae principalmente sobre los dos personajes mencionados. Por un lado, Haru se mostrará siempre como un niño. Inocente, impaciente por momentos, irascible, celoso… y tremendamente fuerte, lo cual le hace tener mucho peligro en cada pelea. Por otro lado, tendremos a Natsume, una chica guapa, torpe, tonta y sin ninguna amiga por la envidia que suscita entre las demás y que siempre velará porque Haru y Mizutani (o Mitty, como ella la llama) acaben juntos. Alternará entre momentos en el que la veremos seria y otros en los que veremos su carácter aniñado.

Sin embargo, es en esos contrapuntos serios en los que creo que realmente la serie empieza a merecer la pena. Los personajes pasarán por diversos estados de ánimo y, en concreto entre los dos protagonistas, pocas veces coincidirán en sintonía. Su relación siempre será como un tango, en el que cuando uno avanza, el otro retrocede y viceversa. ¿Llegarán a encontrarse de verdad el uno con el otro? Me gustaría saberlo la verdad, aunque espero que llegue el momento.

Lo mejor.- los personajes, en concreto me gusta que Mizutani no sea la típica protagonista de shoujo que parece radicalmente estúpida. También me encanta Micchan, el primo de Haru. El doblaje, que hasta sale Hanazawa Kana (Tenshi, en Angel Beats).

Lo peor.- Quizá lo único que podría mencionar es que a veces las situaciones parecen absurdamente forzadas para que los dos protagonistas nunca estén en la misma onda. En ocasiones las situaciones no fluyen con naturalidad.

...pero más duro tiene que ser leer el libro al revés.

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