Introducción
Esta vez me ha costado. No me refiero a que haya pasado
mucho tiempo entre que terminara la serie y me pusiera a escribir este
artículo, ya que es algo que intentaré evitar siempre en la medida de lo
posible para dar una impresión fiel de lo que me pareció la serie analizada.
Voy más por el hecho de que esta vez he cumplido los plazos muy justito, que si
no pasa nada, este artículo será publicado apenas dos o tres días antes del
comentario de manga semanal correspondiente. Pero bueno, lo importante es que
finalmente podemos celebrar que se ha cumplido el objetivo de comentar una
serie cada tres comentarios de manga semanal, que estirándolo viene a ser un
comentario al mes (aunque en octubre se me juntaron dos excepcionalmente)
Por suerte tenía vacaciones… Sí, vacaciones. ¿A que nunca lo
habríais pensado? Jamás escribo de vacaciones eh… jajaja. Es lo bueno que tiene
comerse todo un verano de curro en la oficina, que luego puedes tomarte
descansos cortitos en unas fechas en las que el resto del mundo suele estar
jodido anhelando lo que queda todavía para sus próximas vacaciones. Ellos ríen
en verano, pero ya lo dice el refrán… Quien ríe el último, ríe mejor. Y como
siempre, acabo hablando de cosas que no tienen sentido, pero permitidme que me
conceda estas licencias en las introducciones de mis artículos.
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| Pensabas que nadie dibujaba peor que Rukia... ¡ja! |
No obstante, vamos a poner un límite a esto y vamos a
empezar un poco con el comentario de esta serie. Esta vez la elección fue
bastante sencilla, aunque la serie ya tiene un tiempo, por lo que no se trata
de otro caso de serie que tengo totalmente decidido según acabe el fansub de
turno de sacar su versión. En este caso el motivo es algo más vano, ya que la
elección de la serie la realice debido a su escasa duración. Sí, esta serie
consta de apenas 12 episodios, lo cual me facilitó poder verla en un par de
días sin mucho sacrificio (de tiempo, obviamente) por mi parte. Ni recordaba de
qué iba… de hecho, pensaba que era algo del tipo magical girl, lo cual habría
supuesto repetir formato por primera vez en la sección, pero la verdad es que
ni siquiera me acerqué un poquito (bueno, un poquito sí, pero eso es otro tema).
Pero vamos a terminar ya con el primer cartucho de este
comentario y vamos a pasar a hablar con mayor propiedad de la serie… una serie
en la que veremos como se mezclan la vida de instituto (muy por encima, por
desgracia para mi gusto), el ecchi (muy light para mi gusto, con una censura
atroz y desproporcionada por temas de ser la versión de televisión supongo) y
las armas de fuego, todo con un toque puntual de lo que viene a ser “magia”.
Vamos allá con el comentario de Hidan no Aria.
Información
Hidan no Aria (o Aria, the Scarlet Ammo) tiene su origen en
las novellas ligeras, género del que cada vez vemos más versiones en manga y, posteriormente,
en anime, y este caso no va a ser una excepción. Las novelas, que actualmente
cuentan con 13 entregas desde su debut en agosto de 2008, han sido escritas por
Chûgaku Akamatsu. Cuenta así mismo con una versión en manga que corre a cargo
de Yoshino Koyoka y que se publica en la Monthly Comic
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| Se va a enterar el puto despertador... |
En la serie veremos los líos en los que se ve metido el
protagonista, Tôyama Kinji, desde que se cruza en su vida una joven poco
desarrollada físicamente llamada Kanzaki H. Aria a raíz de un pequeño
incidente… pero vamos, nada del otro mundo. Vamos a ver, ¿a quién no le han
puesto una bomba en su bicicleta mientras te persigue un segway que lleva una
metralleta incorporada y que amenaza con dispararte si pides ayuda? Vaya, sois
más de los que pensaba… Pero claro, cuando ves a un joven de unos 16 años con
una pistola en su mesilla de noche y que lleva un uniforme antibalas ya podía
uno suponerse que la vida que lleva no es lo que denominaríamos normal.
Así es, y es que Kinji es miembro del Tokyo Butei High, un
instituto… bueno, más bien lo denominaríamos complejo, en el que se forman los
jóvenes que se incorporarán al Butei, un cuerpo de élite que goza de poderes
equiparable al de la policía (en cuanto a que pueden apelar a su autoridad y
realizar detenciones si es preciso) pero con una preparación que se asemeja más
a lo militar en cuanto al manejo de armas, habilidades de conducción y demás,
todo sin menoscabo de una formación que podríamos denominar más ortodoxa.
Obviamente, hay colectivos al margen de la ley que no parecen guardar demasiado
cariño por esta organización, por lo que no es raro que sufran atentados como
el que da comienzo a la serie, cuya autoría caerá sobre el famoso Butei Killer
(el “asesino de Butei”)
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| ¿Un mirón? Sólo recopilo información... |
No obstante, esto sólo será la punta del iceberg, ya que
pronto veremos que dicho asesino no es una persona aislada, sino que hay una
organización llamada E.U que es la que está detrás de todo y cuya red se
extiende por todo el mundo. En medio de todo esto se unirán las historias de
Kinji, un perezoso Butei de rango E pero que en las pruebas de acceso asombró
con una puntuación que le dio un rango S gracias a una cualidad que heredó genéticamente
llamada Hysteria Mode Syndrome (que hace que afile sus habilidades al máximo y adopte
una pose seductora, todo ello cuando es excitado de alguna manera), y la agente
de élite Aria, llegada de intercambio desde Inglaterra, ambos con sucesos
traumáticos a sus espaldas cuyo origen parece estar vinculado a las acciones de
E.U. Juntos formarán equipo para tratar de desenmascarar a dicha organización y
acabar con sus actividades. ¿Podrán formar un equipo lo suficientemente fuerte
para sobreponerse a los peligros que les aguardan?
Opinión
No sé hasta que punto va a ser justa la siguiente
aseveración, pero lo cierto es que considero que Hidan no Aria es la serie más
flojita de las que han pasado por esta sección. Espero que se deba a que sólo
considero la versión animada y que las novelas se hayan trabajado de otro modo,
pero en el anime la coherencia y la cohesión entre “sagas” están poco menos que
pilladas por los pelos, siendo bastante generosos. Anoche, cuando terminé la
serie, hice una rápida reflexión: pensé en el punto de partida y vi donde había
terminada la serie, y llegué a la conclusión de que no sabía qué había pasado
entre medias para recorrer el camino que vimos a lo largo de la serie.
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| Recopilar información me pone como una moto |
En un principio nos plantean un marco determinado que parece
completamente propio. Nos cuentan la existencia de los Butei, el instituto en
el que se forman, la división de los mismos miembros por departamentos (y
rangos, aunque esto se da un poco por entendido la primera vez que lo mencionan
de pasada) y la existencia de un extraño asesino que los persigue. Hasta ahí
vamos bien, aunque lo cierto es que todo esto se desarrolla y explota menos de
lo que me gustaría, pero vale. Pero después empiezan a meter componentes más
místicos que hacen que todo se descoloque un poco. Lo primero que choca es lo
pronto que se revela la identidad del que llevaba tiempo siendo misterioso y no
dejando rastro alguno. Y es que se revela él mismo, justificando su actuación
en la enemistad de su familia con la de Aria porque claro, nos enteramos
que Aria es descendiente de Sherlock Holmes (de ahí la “H” de su nombre) y que
el Butei Killer es descendiente del ladrón francés Arsene Lupin.
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| ¡¡Bankai!! |
Obviamente los planes del descendiente de Lupin fracasarán y
este desaparecerá, pero seguirán apareciendo más integrantes de la organización
E.U que son a su vez descendientes de personajes históricos, o incluso dichos
personajes, pero sin conexión especial. Es decir, no hay un antagonismo claro y
definido como en el primer caso que conocemos, sino que simplemente forman
parte de E.U y Aria quiere atraparlos para tratar de reducir la condena de su
madre, a la que parece que tendieron una emboscada para que aparentara tener conexión con el Butei Killer, aunque tampoco lo cuentan demasiado. Además, el
hecho de que el descendiente de Lupin y otros personajes ex-miembros de E.U
acaben ingresando en el Butei como si nada no favorece mucho la coherencia de
la serie.
Conclusión
La verdad que pese a lo dicho, la serie es bastante
llevadera. Hay muchos momentos cómicos, sobre todo basados en la personalidad
vergonzosa y caprichosa de Aria, tendente a las pataletas en cualquier momento
(o a sacar sus dos pistolas y disparar al pobre Kinji, que bastante tiene con
lo que tiene). Además, el planteamiento harem que tiene la serie, en el que
veremos como diversas chicas se van agrupando de un modo u otro alrededor del
protagonista, favorecen las salidas de tono de una Aria que parece que no es
honesta del todo con sus sentimientos.
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| Así son las animadoras en el Tokyo Butei High |
Como dije más arriba, espero que esta versión animada sea de
las que yo denomino “polvo a medias”, porque deja la historia muy colgada (de
hecho, en el final del último capítulo aparece un personaje que se asemeja a
alguien conocido por Kinji pero que no sabemos nada sobre quien puede ser) y porque
va hilando las cosas muy por encima, haciendo quedar bastantes cuestiones algo
inconexas. No sabemos demasiado sobre la organización de los Butei, sobre E.U,
sobre los acontecimientos que llevaron a la madre de Aria a estar encarcelada,
sobre la verdad de la desaparición del hermano de Kinji (que la descendiente de
Lupin nos revelará que tienen relación con E.U y que no está muerto como todos
se piensan),… No sabemos una mierda de nada la verdad.
Lo mejor.- Que es una serie corta, aunque ello probablemente
esté repercutiendo en lo poco que nos han contado de la misma. El doblaje de
Aria, que es la voz de Happy de Fairy Tail y con el mismo deje en momentos de
enfado/griterío, dándole un toque a los momentos cómicos. La existencia de
Reki, me encantan los francotiradores.
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| Sólo soy una bala... |
Lo peor.- Lo poco que ahondan en la serie en sí, pero quiero
hacer referencia sobre todo a la poca información que dan sobre las divisiones
del Butei y sus rangos. Traer a colación a personajes históricos de una manera
tan aleatoria (Juana de Arco, Vlad el Empalador… en Fate/Stay Nighy lo hicieron
bien, aquí no porque no hay un trasfondo que justifique y apoye su presencia)
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