Seguimos metiéndole caña a este mes de febrero, que como es algo más breve, ¡mejor que sea intenso! De hecho querría haber sacado este artículo ayer, pero entre el horario que me pego en el curro y que se terció una jornada de bar (con final inesperado) para ver la semifinal de la copa del rey entre el Real Madrid y el Atlético... Vamos, que llegué para meterme en la cama, cosa que obviamente no hice xD, y levantarme ya para currar al día siguiente. La verdad es que tampoco tengo grandes cosas que contar, ya que nunca he tenido una vida muy activa y ahora... bueno, ahora directamente no sé si lo que tengo se puede llamar vida, aunque con la que está cayendo mejor no quejarse.
Normalmente aprovecho el inicio del año para hacerme con un colchón de series vistas y artículos preparados que me acaban durando hasta finales de febrero y tal, pero este año ya he agotado el margen que tenía, que era bastante reducido. En cualquier caso, ya tengo decidida cual va a ser la próxima serie que voy a traer al blog, que espero verla este fin de semana y dejarme todo preparado para disponer de dos semanas en las que ver algo con lo que poder hacer frente a los clásicos imprevistos de siempre. No quiero dar muchas pistas pero estará pasada por agua xD. Por otro lado, ha sido tener el disco duro nuevo y he notado como me ha brotado una especie de síndrome de Diógenes que me impulsa a bajarme todo lo que saquen con un mínimo de calidad. También me he bajado reshares de series en inglés, así que no podemos descartar que volvamos a tirar de los subtítulos de la lengua de Shakespeare para traer series que es complicado encontrar en castellano.
La verdad es que ahora que tengo bastante menos tiempo libre, que queráis que no ocho horas a la semana pesan bastante cuando te mueves en márgenes reducidos, me he dado cuenta de que no he tocado la consola desde ni se sabe cuando. Los videojuegos y el mundo del manga/anime son mis grandes aficiones, sin llegar a ser un apasionado radical de ninguna de ellas, y suelen ir alternándose. Ahora podríamos decir que estamos en un claro ciclo dominado por el manganime. Aunque de hecho, sería más por el manga, ya que anime no he visto tampoco en un tiempo porque no me gusta ver animes nuevos cuando no he preparado el artículo de la última serie que vi, para que no se mezclen las sensaciones e intentar hacer justicia con el artículo.
Antes, cuando era joven y el tiempo cundía de otra manera, me gustaba de hecho preparar el artículo según terminaba de ver la serie. La verdad es que no me he parado a hacer una comparativa para ver si es mejor hacerlo con las series en caliente o es mejor dejarlo reposar un tiempo para intentar eliminar las emociones del momento. Desde luego a la serie que nos trae hoy aquí no le ha ido muy bien, aunque me haya resultado entretenida. También habría que ver si ha sido por lo que digo o porque la serie no daba para mucho más, aunque realmente creo que son cosas que se complementan entre sí y quizá habría sido algo más benigno al terminar la serie de lo que he sido ahora haciendo el artículo. La verdad es que cuando vi la serie (que para que os hagáis una idea fue un proyecto del ya extinto Inshuheki) me llamó la atención y me la bajé. Luego la perdí en la explosión de mi HDD y un tiempo después me la volvieron a mencionar y decidí bajarla y darle una oportunidad. Así que no os lío más y vamos allá con el análisis de Denpa Onna to Seishun Otoko
No quiero escribir otro artículo, snif... |
La verdad es que ahora que tengo bastante menos tiempo libre, que queráis que no ocho horas a la semana pesan bastante cuando te mueves en márgenes reducidos, me he dado cuenta de que no he tocado la consola desde ni se sabe cuando. Los videojuegos y el mundo del manga/anime son mis grandes aficiones, sin llegar a ser un apasionado radical de ninguna de ellas, y suelen ir alternándose. Ahora podríamos decir que estamos en un claro ciclo dominado por el manganime. Aunque de hecho, sería más por el manga, ya que anime no he visto tampoco en un tiempo porque no me gusta ver animes nuevos cuando no he preparado el artículo de la última serie que vi, para que no se mezclen las sensaciones e intentar hacer justicia con el artículo.
¡Seguro que el baile de la berenjena sexy te anima! |
Información
Denpa Onna to Seishun Otoko, cuyo significado sería algo así
como “La mujer pirada y el hombre joven”, es una serie de novelas creada por
Iruma Hitoma e ilustrada por Buriki que fueron publicadas en Japón por el sello
Dengeki Bunko, de la editorial ASCII Media Works. Ha contado con un total de
ocho volúmenes que vieron la luz entre el 10 de enero de 2009 y el 10 de abril
de 2011, en el que se publicó el último tomo. También se realizó una versión en
manga que comenzó a publicarse en la Dengeki G’s Magazine, de la misma
editorial, en octubre de 2010 y que finalizó con 4 tomos recopilatorios en
septiembre de 2013. Como no podía ser menos, también tuvo una versión animada
en la temporada de primavera de 2011 que contó con 12 episodios y que es la que
nos ha traído hasta aquí.
A volaaaaaar |
La serie es una especie de slice of life, sin llegar a ser
en puridad uno, destinado a una demografía seinen que alternará momentos
cómicos con otros más dramáticos (sin llegar a momentos trágicos, al menos de momento)
con un trasfondo de ciencia ficción en el que no se profundiza demasiado pero
que sirve como hilo conductor. Nos pondremos en la piel de Niwa Makoto, un
joven estudiante de instituto que cambiará la tranquilidad de su pueblo por el
de la ciudad al verse obligado a mudarse por el hecho de que sus padres tengan
que marcharse a vivir al extranjero. Su nuevo hogar será la casa de su tía,
Tõwa Meme, una mujer de 39 años que vive sola, no tiene hijos y que pasa gran
parte del tiempo en el trabajo. O al menos eso era lo que le habían contado...
Al llegar a la que será su casa de ahora en adelante junto
con su tía, que fue a recogerle a la estación, notará que allí hay algo
extraño. Justo en la entrada hay un futón enrollado del que salen unas piernas
que, sorprendentemente, es obviado por Meme. En un principio Makoto se limitará
a imitar a su tía, ignorando su presencia, pero llegará un momento en el que no
podrá aguantar más y le preguntará por la identidad de esa persona. Finalmente,
Meme le revelará que se llama Erio y es su hija
aunque realmente tampoco recuerda haber estado embarazada. Pese a las
advertencias de Meme sobre que a Erio le gusta estar sola, Makoto intentará
conocerla un poco mejor. Al hacerlo descubrirá dos cosas: la primera es que
dice ser una enviada de los extraterrestres para monitorizar la vida humana y
la segunda es que bajo ese futón se esconde una chica preciosa con largo pelo
de color azul celeste.
Pero ¿¡qué cojones... |
Gracias a Maekawa, una compañera de clase con la que traba
amistad y que destaca por ser una apasionada de cosplays extraños y de marearse
si tiene los brazos en alto por más de diez segundos, Makoto descubrirá que
Erio desapareció durante seis meses sin que nadie supiera donde había estado y
que la encontraron flotando en la playa. Parece ser que esa experiencia fue la
que le hizo tener una fuerte creencia en los extraterrestres. Incluso le
revelará que se rompió una pierna al intentar demostrar que podía volar y
saltar al río con una bicicleta. Repitiendo la misma experiencia de saltar
desde una zona elevada para demostrarle a Erio que la realidad es que no puede
volar porque no es más que una humana normal, Makoto consigue romper la coraza
que formó para dejar de temer lo sucedido durante los seis meses que estuvo
desaparecida. ¿Podrá Erio volver a una sociedad que ya la ha tachado de estar
loca?
Opinión
La verdad es que la serie me ha gustado. No es una de estas
series que recomendarías incondicionalmente a alguien porque tampoco es que sea
la leche, pero quedé satisfecho con ella. Ya sé que en casi todos mis análisis
digo lo mismo, pero es que lo que hay. Es una serie con bastantes momentos
divertidos por lo raros que son todos los personajes que rodean a Makoto, que
demuestra ser la única persona cabal de entre todos los personajes que van
dando forma a la historia. Quizá ese contrapunto entre un personaje serio y
todas las anormalidades de los caracteres de quienes le rodean, empezando por
Erio y Meme, es lo que hace que la serie sea amena y entretenida de ver.
La serie tiene también un ligero componente de harem, ya que
todos los personajes que rodean al protagonista principal son chicas que, de un
modo más declarado o no, parecen estar interesadas en el protagonista,
incluyendo a su propia tía, que intentará seducirle de vez en cuando y casi
siempre le tratará como si fuera su marido ante las negativas de Makoto, que
siempre cortará sus actitudes en este sentido. También tendremos a Erio, que
tras superar sus miedos y abandonar su pretensión de ser un alien enviado a la
Tierra, se mostrará siempre muy próxima a su primo, a quien recurrirá siempre
que tiene un problema o quiere algo. Y lo mismo pasa con sus dos compañeras de
instituto, Ryuuko (a la que todos llaman Ryuushi aunque a ella no le guste) de
una forma más directa y Maekawa de una forma más velada.
Pese a que Makoto parece sensible en cierta manera a la
compañía de las chicas que le rodean, lo cierto es que cumplirá el canon típico
y parecerá no ver algunas indirectas que le lanzan o el efecto de lo que les
dice en determinados momentos, sobre todo con Maekawa., cuya actitud es mucho
más normal por fuera de la que le mostrará Ryuuko. Por lo que respecta a Erio,
Makoto cumplirá el papel de guardián admirador (algo semejante a la actitud que
vemos en HighSchool DxD entre Issei y Asia aunque menos pervertida, claro está)
aunque Ryuuko le advierta de que si le ven con ella puede que acaben
marginándole a él también, lo cual le hace ganar puntos como protagonista, sin
duda.
Y ahora ¡un buen aclarado! |
Cuando se ve el planteamiento inicial de la serie, esperaba
que el eje de la trama fueran los seis meses perdidos de Erio y que trataran de
descubrir qué fue lo que le pasó durante ese tiempo, pero la realidad es que
después de que Makoto consiga destruir las creencias de Erio, ese asunto tiende
a obviarse y cae en el olvido. La trama girará entonces hacia Meme y un
objetivo que se marcó cuando era pequeña para evitar que su abuela muriera,
aunque la resolución tomada para evitar que suceda eso es algo absurda, lo cual
va en cierta medida con su carácter, a fin de cuentas. La verdad es que la
historia va perdiendo gradualmente fuerza e interés, ya que tras dejar de lado
la historia de Erio, la de Meme no tiene demasiado interés y en los últimos
episodios del anime comprobaremos como ya no existe una historia que conduzca
la trama, aunque sirva para que conociéramos algo mejor la personalidad de
Makoto al revelar ciertos datos de su pasado que han marcado su carácter
actual.
Conlusión
Denpa Onna to Seishun Otoko es una serie que se deja ver
aunque no sea ninguna maravilla. Como ya he dicho, quizá el mayor de sus “debe”
sea el hecho de que la perspectiva de la historia que vas a ver vaya de más a
menos hasta reducirse prácticamente a la nada. Es una serie cerrada, por lo que
entiendo que finalmente las historias que han quedado abiertas (o quizá sería
más justo decir “la historia”) se cerrarán antes de que acabe la serie. Pero si
nos limitamos al anime, que es lo que se analiza en este artículo, la
desilusión es evidente. También podría haber estado bien si hubieran intentado ahondar un poco más en su vida de instituto, ya que sólo veremos lo justo para ver como conoce a Maekawa y Ryuuko y ya no vemos mucho más.
La verdad es que es una pena que todos los indicios parezcan
llevar a la conclusión de que no va a haber una segunda temporada que cierre el
círculo, ya que el interés que puede quedar en la serie es conocer realmente
los hilos que han quedado pendientes y ver si por una vez deciden hacer que un
protagonista masculino se entere de las pequeñas señales que le lanzan las
chicas que le rodean y le da un final también a esa parte. En el doblaje no hay
grandes nombres como en otras ocasiones, pero el trabajo es impecable, como
casi siempre en las producciones japonesas. La banda sonora es correcta, ya que
no molesta pero tampoco destaca demasiado, aunque tengo que reconocer que desde que vi "Project K" soy un poco intransigente con las bandas sonoras.
Lo mejor.- El protagonista, algo que es raro en mí (sobre
todo teniendo en cuenta mi animadversión hacia los Makotos por culpa de School
Days). El opening es rarísimo, pero cuanto más lo escucho, más me gusta. Los
puntos de juventud que cuenta Makoto al final de cada episodio según lo que le
ha pasado en él.
Lo peor.- El hecho de que la historia pierda muchísimo
fuelle, pasando por los estados de potencialmente interesante, indiferente e
inexistente. Que parezca que no vaya a haber más anime de la serie. Que Erio no dé el salto que se esperaba al convencerse de que no es un extraterrestre.
¡Otro artículo más para la colección! |
Woah, la magia de google estaba buscando blogs y he acabado aquí, la opinión la comporta aunque también el genero esta bastante trillado y tampoco es que destaque en ningún punto, como si puede hacer HighSchool DxD que mencionas.
ResponderEliminarPD. Me quede con las ganas de saber el bloqueo de msn de hace tres años Dokhi, incluso creo que te envié un correo.