sábado, 11 de enero de 2014

Initial D: Fifth Stage




Introducción

¡Feliz año! Supongo que para alguien debe serlo, aunque no para mí la verdad. Digamos que normalmente el cambio de año no supone nada especial en mi vida, ni soy una persona supersticiosa ni nada de eso, pero tampoco es menos cierto que esta transición del 2013 al 2014 ha sido bastante accidentada para mí. Despedí el 2013 con una fiebre que, si bien no era demasiado alta, sí que era constante. Fue mi compañera hasta el día 4 de enero, el 5 de octubre a urgencias por un problema en un ojo que tengo delicado (trasplante de cornea), ayer al dentista a que me hiciera una endodoncia...

Una réplica de mi relación con el 2014 (de momento)
La parte positiva de todo esto es que al menos me ha pillado de vacaciones. Mucha gente lo considera negativo, pero no yéndome a ningún lado, la verdad es que prefiero que este tipo de rachas me pille de vacaciones para poder estar descansando en casa y no tener que lidiar con los problemas de salud por un lado y los temas de trabajo por otro. Bastante estrés provocan por separado como para encima mezclarlos. El caso es que tenía pensado traer este artículo el fin de semana previo a reyes, como un regalito anticipado, pero entre unas cosas y otras me ha sido imposible terminarlo a tiempo, así que al final será un regalo atrasado de reyes.

Por lo que respecta a otro tipo de cosas, al final conseguí cumplir mi objetivo de ver cuatrocientos episodios de anime (de hecho lo superé en uno), igualando así los que vi a lo largo del 2012. Estos días, que siempre suelo dejármelos de vacaciones (por eso de empezar bien el año, aunque este no ha salido exactamente como me esperaba) aprovecho para ver bastante anime e ir fijando un colchón para cuando lleguen las épocas en las que no estoy motivado, no encuentro series que me llamen la atención, etc. Este año no está siendo así (la culpa es del minecraft, ya sabéis), pero al menos sí que he podido ver una serie que además tenía muchas ganas de ver.

Ya tenemos otro artículo. A ver que tal...
La verdad es que esta serie, que tiene algunas temporadas previas, siempre la he visto con unos subtítulos de esos que te dan ganas de cortarle las manos al que hizo la traducción para evitar que siga pudiendo realizar esas barbaridades. Para esta nueva temporada estaba dispuesto a acudir a los subtítulos ingleses, como ya hice para Medaka Box (experimento que me gustó), pero por unos problemas de disco duro lo fui dejando para más adelante. Un día curioseando encontré una versión que parecía tener buena pinta y con subtítulos en castellano, así que me la bajé y aquí estamos. Para celebrar la primera temporada que veo con una traducción decente, lástima que sea la última, os dejo con el artículo sobre Initial D: Fifth Stage.


Información

Initial D es una obra veterana ya. Su publicación comenzó en 1995 en la Weekly Young Magazine de Kodansha, una revista creada para una demografía seinen, hasta que se finalizó justo el año pasado, el 2013. Su autor es Shigeno Shuichi, que comenzó la obra con treinta y siete años y que la ha terminado con cincuenta y cinco, que se dice pronto. Aprovechando el tirón de su serie y, sobre todo, el hecho de que por su temática el movimiento le vendría muy bien, se han ido adaptando al anime las diversas sagas de su obra, dejando 76 episodios y 1 película, a falta de otra película que cierre por completo la serie. Su tirón es tal que ha contado con películas de imagen real.

El Hachi Roku en plena carrera
Esta serie nos cuenta la historia de un joven llamado Fujiwara Takumi, al que comenzaremos a ver apenas con 18 años recién cumplidos y en su último año de instituto. Pese a que cuando empezamos a conocer sus andanzas apenas acaba de sacarse el carnet de conducir, lo cierto es que Takumi ya ha desarrollado unas grandes habilidades de conducción al tener que ayudar a su padre, Bunta, con las entregas de su negocio de tofu. A fuerza de subir el paso de montaña cercano a su casa una y otra vez, fueran cuales fueran las condiciones climatológicas, Takumi acaba perfeccionando su técnica de conducción al volante de su viejo “Hachi Roku”, un Toyota Sprinter Trueno AE86. Sin comerlo ni beberlo, Takumi se verá engullido por el mundo de las carreras de montaña, algo que al principio no parece interesarle demasiado, pero que pronto se convertiría en una parte más de él gracias a su gran pericia en la bajada de puertos de montaña.

En esta temporada, dejamos muy atrás ya al inseguro Takumi al que ni siquiera le gustaba conducir. No es que pase demasiado tiempo en la serie, ya que Takumi tiene 19 años en esta temporada, pero tras enrolarse en Project D, el proyecto del genio de la conducción Takahasi Ryosuke, apodado en su época de corredor como el “Cometa Blanco de Akagi”, sus conocimientos tanto de conducción como de mecánica incrementan enormemente batalla tras batalla. Tras imponerse en todos los puertos que han ido visitando a lo largo de las regiones cercanas, Project D llega a su última fase: la prefectura de Kanagawa, donde se reúnen muchos pilotos profesionales por la cercanía del circuito de Fuji.

El FD de Keisuke, quemando la atmósfera a su paso
Conocedores de la fama que está adquiriendo Project D por la leyenda de imbatibles que tienen, los equipos más fuertes que residen en el área de Kanagawa (es una zona al sur de la región de Kanto) dispondrán cuatro desafíos para nuestros protagonistas: 246 Team, Katagiri Racing, Spiral Team y Sidewinder. Además de tener que superar el hecho de no conocer las pistas tan bien como sus oponentes, los dos pilotos de Project D, Fujiwara Takumi, el experto en descenso, y Takahashi Kyosuke, el as de las subidas tendrán que hacer frente a unos pilotos profesionales y unos coches tuneados con el mayor mimo posible: Mitsubishi Lancer Evolution, Toyota Supra, Honda NSX, Mazda Roadster (NB8C), Nissan Silvia... ¿Serán capaces de mantener su imbatibilidad hasta el final?


Opinión

A estas alturas es innegable asumir algunas cosas de Initial D, como por ejemplo, su diseño bastante mejorable de los personajes. Lo bueno es que también podemos asumir la contraparte, que es un diseño de los vehículos, que son los verdaderos protagonistas de la serie, cuidado hasta el máximo detalle. No sé si es algo que se hereda del manga, que parece que el autor tenía ganas de terminar, pero lo cierto es que en esta última temporada de Initial D, que dejará todo a expensas de una última batalla que debe disputar Takumi para cerrar la serie, los combates entre coches han ido bastante por la vía rápida. Ya no se han visto esas típicas carreras maratón que se terminaban resolviendo por el fondo del corredor, sino que serán series rápidas que se resolverán en una o dos rondas a lo sumo.
 
¿Bajas o subes?
Lo cierto es que es un poco como los partidos de Captain Tsubasa (Oliver y Benji para los amigos), que muchas veces se alargaban tanto que se perdía cualquier atisbo de tensión. En ese sentido, estas carreras cortas y directas creo que han sido un acierto, aunque como digo puede que su motivación fueran las propias ganas del autor por ir finalizando su obra. Además, aunque no me gusta mucho que parezca que esa historia se va a quedar completamente en el tintero, parece que Takumi superará lo de Mogi encontrando a una chica nueva a la que prestarle atención: la joven promesa del golf femenino, Uehara Mika. Está bien que alguien en la serie demuestre que los hombres pueden estar centrados en varias cosas a la vez.

También nos sorprenderá en esta temporada ver una side-story protagonizada por Takahashi Ryousuke y que nos servirá para conocer algo más de él a nivel personal, ya que siempre ha tenido el papel de estrella del volante retirado y líder y estratega infalible del Project D. Un enredo amoroso llevó a su joven pareja al suicidio, haciéndole ganarse la enemistad del novio que su familia le había concertado, Hojo Rin. Dos años después de aquello, en plena gira por Kanagawa y antes de la última batalla de project D, veremos a Ryousuke enfrentarse en una carrera a Hojo Rin con la esperanza de espantar los fantasmas del pasado y quitarse un peso de encima por la culpabilidad de sentirse responsable por el suicidio de su novia. La lucha entre el FC de Ryousuke y el Skyline de Hojo será una de las batallas más largas de toda la serie y volverá a demostrar que Ryousuke no es un simple estratega, recuperando la faceta de corredor que le vimos perder tras su derrota con Takumi en el paso de Akina.

Conduce como siempre y rómpeles el culo como nunca.
Pese a que en medio de las carreras nunca cabe espacio para la relajación, la serie también tiene momentos cómicos, como cuando dos farsantes se hacen pasar por las estrellas de Project D para impresionar a todos y ligar con chicas. El problema llega cuando el verdadero Takumi se cruza con ellos y posteriormente cuando Keisuke y Fumihiro, la mano derecha de Ryousuke en Project D, les indican amablemente que será mejor que no vuelvan a hacerlo. Es una saga tranquila que permite aliviar el estrés que se vive en las carreras, donde las situaciones se hilan siempre a través de monólogos internos de los propios corredores y pequeñas conversaciones de los que observan desde fuera (siempre muy bien complementado todo, que parece que les leen las mentes a distancia). Desde luego, una serie recomendable para todo aquel al que le gusten los coches y la conducción.


Conclusión

Como acabo de decir, es una serie que debe ser marcada como referencia entre los animes de conducción. La historia es un poco la clásica de “desde las aceras a las estrellas”, en cuanto a que comenzamos con un joven al que no le gusta conducir y que lo hace por obligación hasta terminar con un joven corredor con unos conocimientos muy finos que disfruta luchando contra rivales con un talento y una máquina superiores a los suyos y que aspira a convertirse en un corredor profesional, aunque esto sea algo sobre lo que sólo se pasa de puntillas y no llegaría yo a afirmarlo como la principal meta de Takumi, que vive el día a día con Project D.
 
Ya estamos terminando. ¿Soy famoso ya?
La serie sigue presentando sus credenciales de siempre en esta última temporada, muy buenas animaciones de los coches y batallas aderezadas al ritmo del eurobeat, mientras que trata de compensar algunos de sus fallos históricos, mejorando ligeramente los detalles en los diseños de los personajes (buen cambio para Sayuki, por ejemplo). Quizá me haya dolido un poco que, siendo un manga ya finalizado, no se dejase todo preparado para terminarlo en esta misma temporada y hayan querido reservarse la última batalla de Takumi para una película que saldrá a la luz este 2014. Lo justo habría sido aprovechar el tirón del momento y haber terminado todo en una última temporada de anime que pusiera el broche que se merecía la obra.

Lo mejor.- Los diseños de los coches. La banda sonora, un clásico en Initial D. Que las batallas no se alarguen más de lo necesario. La nueva novia de Takumi, por fin encuentra una normal. Ikeda, el líder de Spiral, rival pero buen tío.

Lo peor.- El final de la serie que deja la última batalla colgando. El diseño de los personajes, que sigue siendo bastante malo, aunque haya mejorado. Parece que las batallas se ganan con demasiada facilidad.

No hay nada como la playa cuando te
han partido la boca...

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